Al conocer los protagonistas principales de esta historia, iniciada el año pasado en un intrincado paraje de la Sierra Maestra, nos hizo recordar la hermosa canción de Silvio “Si tengo un hermano, hermano de suerte…” y hasta continuarla en el pensamiento con un aporte “Si tengo un hermano, por él la vida”.
De hermano a hermano
Así, más que decirlo, lo hizo Enelkis Reyna Rodríguez, el joven de 31 años de edad, que no dudó ni por un minuto en darle uno de sus riñones al hermano menor desde que conociera la posibilidad de aliviarle el sufrimiento a Ernesto.
Hacía a más de 10 meses que su compañero y cómplice de juegos y travesuras, padecía insuficiencia renal crónica, la cual le exigía tratamiento de hemodiálisis tres a veces a la semana, una alimentación estricta, truncar sueños hasta de restringirse de beber agua, entre otros muchos “no puede”.
De esos malos recuerdos prefieren no hablar. El optimismo se les aprecia de solo mirarlos en sus respectivas camas del cuarto piso del hospital clínico Lucía Íñiguez Landín, donde el 15 de este mes fueran intervenidos quirúrgicamente por un equipo multidisciplinario de la institución, dirigido por el urólogo y jefe del grupo el doctor Roberto Cruz Mayo.
Se convertirían así en protagonistas del primer trasplante de riñón de donante vivo de este año y el octavo realizado en el “Clínico” desde 2013 hasta ahora.
Los animo a compartir su historia. Enelkis, profesor de Matemáticas en el centro mixto Combate de El Hombrito, Bueycito, Buey Arriba, provincia de Granma, rompe el mutismo sin ambages para aportar detalles de su persistencia para convertirse en donante: “Los 10 meses de mi único hermano en hemodiálisis para nuestros padres y para mí fue una experiencia nada agradable por las reacciones que le sobrevenían. Es casi un niño, solo tiene 24 años”.
DSC00066_1024x682“Casi a finales del año pasado vinimos acá y hablamos con la doctora Eloida Areces Pérez, Coordinadora Territorial del Grupo Extracción y Trasplante de Órganos, quien nos explicó cómo era el procedimiento, los pronósticos de supervivencia y que con un riñón sano cada uno de nosotros podría vivir sin problemas”.
A partir de ahí fueron llamadas telefónicas frecuentes desde Bueycito hacia Holguín, viajes, pruebas a los dos, pero un día llegó a rozarles la consternación cuando les dijeron que no era viable la operación, porque el tipo de sangre de los dos no era compatible.
“Pero no nos cansamos. Seguimos insistiendo. La doctora consultó con especialistas de La Habana y aclararon la duda, además en esos días trasmitieron un programa en la Mesa Redonda sobre el tema, que nos devolvió la luz hasta que en diciembre nos dijeron que sí: estábamos aptos. Pensó hacerse la intervención en enero de este año, pero algunos inconvenientes, pospusieron la operación hasta que el domingo 11 nos dijeron: ¨en esta semana entran al salón, estén listos¨.
“El viernes 15 a las ocho de la mañana ya estábamos rumbo a la Unidad Quirúrgica. A él le tocó el quirófano siete, a mí, el cuarto. El acto operario comenzó alrededor de las 11 de la mañana y ya en la tarde estábamos los dos con un riñón cada uno. El doctor Mayo y su equipo hicieron de las suyas con esa pericia y profesionalidad inigualables. Fueron seis horas de recuperación y ya nos ve, recobrándonos muy bien. Él con las cifras de creatinina normales y diuresis amplia. Es otra persona”, explicó.
Para reafirmar las palabras del hermano mayor, Ernesto, que hasta ese momento se mantenía atento a cada palabra de Enelkis, lo mira con el agradecimiento reflejado en el rostro y habla pausadamente sobre su apetito, pues al salir del salón pidió comida. Para todos, fue la mejor señal de su estado, porque antes apenas ingería alimentos.
“No hay cómo agradecer el comportamiento de médicos, anestesiólogos, enfermeras, en fin de todos en este hospital. Ellos siempre nos brindaron confianza de que todo iba a salir bien, por eso cuando entramos al quirófano lo hicimos sin ningún temor y ahora estamos con mayor seguridad de salir adelante”, explicó.
Y van por más
Con este trasplante con donante vivo, el equipo remota el ritmo de trabajo habitual, por lo que ya Mayo y el cirujano Yaniel Pérez hablan de otras siete parejas en preparación, para progresivamente llevarlas al quirófano, sin dejar de realizar los de órganos cadavéricos.
Precisamente, el martes el grupo practicó operaciones a dos pacientes de Cabezo, municipio de Calixto García y Pueblo Nuevo, en la ciudad de Holguín. Hasta ahora suman ocho los de este año, ambas pacientes evolucionan satisfactoriamente en la Sala de Trasplantes.
Fuente Ahora