
Posteriormente, Ilsa se desempeñó en atención primaria de salud, ocupando diversos cargos, entre ellos: enfermera de consultorio médico, enfermera de círculos infantiles y supervisora de un grupo básico de trabajo, hasta llegar a jefa de enfermeras del Policlínico Pedro Díaz Cuello.
Su destacada labor la llevó a ser propuesta como reserva de jefa de enfermeras municipal en Holguín, y en 2003 asumió la jefatura provincial, cargo que ocupó hasta 2006. A finales de ese año, Ilsa asumió la jefatura de enfermería del Centro Oftalmológico provincial, donde permanece hasta la actualidad, acumulando 17 años de servicio en esta institución que forma parte del Hospital Clínico Quirúrgico “Lucía Iñiguez Landín” de Holguín.
Su inclinación por las profesiones que atienden directamente a los niños la llevó a elegir entre enfermería pediátrica y magisterio. La satisfacción de graduarse como enfermera pediatra y trabajar en el hospital, junto a la experiencia de ser enfermera en círculos infantiles —vinculándola indirectamente a la educación temprana— son recuerdos que atesora con mucho cariño.
Sus 40 años de servicio en enfermería han estado llenos de experiencias inolvidables, entrega constante y dedicación inquebrantable. Formó parte de un equipo de evaluadores del sello de excelencia en enfermería, recorriendo todas las provincias del país, lo que enriqueció notablemente su formación. A lo largo de su trayectoria, ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo el reciente premio a la “Obra de Toda la Vida.”
Como miembro del ejecutivo provincial de la Sociedad Cubana de Enfermería (SOCUENF), junto a la profesora Olivia Caballero y el inolvidable Lic. Rodolfo Gamez (“Fofy”), Ilsa contribuyó a lograr el primer lugar nacional para la provincia de Holguín, destacando la integración entre docencia, asistencia e investigación. Su dedicación a la superación profesional se refleja en sus diplomas en pedagogía, bioética médica y gerencia de salud, entre otros cursos. Además, cumplió una misión internacionalista en Uruguay, participando en la Misión Milagro y ofreciendo apoyo solidario durante la pandemia de COVID-19 en 2019.

Para la Licenciada Ilsa, la medicina es sinónimo de entrega incondicional, independientemente del tiempo, las circunstancias o el lugar. Siempre lleva presente la frase del concepto de Revolución: “tratar a los demás como seres humanos”, brindando orientación, apoyo y consuelo a pacientes y familiares, incluso ante la escasez de recursos.
Se siente plena por haber contribuido a la profesión en la administración, la asistencia, la docencia y la investigación, especialmente por su labor en la recuperación visual de pacientes ciegos por catarata, cuya gratitud la llena de satisfacción.
Su familia, incluyendo a su hijo —del cual se siente muy orgullosa por haber elegido la medicina—, es su mayor tesoro. Entre sus retos futuros se encuentran continuar contribuyendo al sistema de salud desde el Centro Oftalmológico, defender sus valores, soñar que un futuro mejor para Cuba es posible a pesar de las dificultades y el bloqueo, y trabajar incansablemente para que el pueblo recupere su visión.
Gracias por ser parte de nuestra institución; su labor es nuestro mayor reconocimiento.
Fuente: Lic. María Alejandra Cabrera Sánchez